Monasterio Concepcionista

El Rey de Mallorca Jaume II mandó construir el Palacio Real en el año 1309 sobre una edificación islámica, posiblemente el alcázar del emir Mubaxir, fallecido en 1114. En el año 1583, por donación de Felipe II, se instala una comunidad de monjas concepcionistas, si bien en un primer momento siguieron la regla de San Agustín. Entre 1319 y 1523, fue la residencia del veguer de fora, juez criminal y principal autoridad real de toda la zona. El monasterio se reformó la largo de los siglos, especialmente en el siglo XVII. Actualmente se aprecia su pasado de residencia real y un fuerte carácter de cenobio de clausura. Fue también en el siglo XVII cuando se recuperaron las antiguas propiedades anejas vendidas en 1348, volviendo de esta manera a recuperar toda la manzana. La comunidad que habitaba el convento era una de las más pobres de Mallorca. Hacían tareas de artesanía y repostería para poder sobrevivir. Destacaba la cría de gusanos de seda para la elaboración de paños. En el interior destaca la torre del homenaje y el huerto-jardín posterior. Al fondo hay una capilla neogótica del 1880 que acoge el cementerio.

Monasterio Concepcionista